martes, 17 de junio de 2008

Algunas cosas que molestan, otras que miramos y no vemos.


La enumeración que sigue no es una suma de lo que ya no se habla en los medios o en las rondas de mate.
Son detalles que vemos constantemente en la calle, en nuestras casas, en el barrio, en el trabajo.
Detalles que notamos porque nos molestas,
o detalles a los que ni miramos en nuestra maratónica rutina.

A imaginar...

Los huesos de una mano que suenan hasta casi quebrarse. La agudeza de la tiza rayando el pizarrón. Una garganta que traga. El pelo con gel del pibe que recién empieza a trabajar. Tic-tac-tic-tac, la lapicera del nervioso. Las pelusas que aparecen debajo de la cama. El golpeteo constante de un pie descargando energía. Una pava con agua que hierve a punto de estallar. El que suelta el caño del colectivo para comerse la uña del pulgar derecho. Pisadas de alguien que no vemos.

La vieja que te mira desde un balcón cuando cruzás la calle. El perro que ladra del otro lado de la puerta. La gata alzada que llora como si fuera un bebé. Los restos de jabón derretido que quedaron en el lavamanos. El círculo sobre la mesa que dejó un vaso con agua fría. Los lentes sucios de tu compañero de trabajo. El bostezo con sonido y el bostezo sin sonido. El olor dulce del sache de leche sucio cuando lo sacás de la góndola. La pila de papeles que no querés tirar pero que seguro la semana que viene van a estar en el tacho de basura. Agua que cae en un vaso cuando tenemos sed.

El muñequito peludo colgando del celular de la chica que pasa. El pelo que está pegado a la bañadera y nadie saca. Las luces violetas del colectivo de línea que nos lleva a casa. La desaparición misteriosa del precio de la remera que queremos comprar justo cuando no sabemos si nos alcanza la plata. El mechoncito rebelde que se escapa del rodete de la farmacéutica. La que se quedó dormida con la boca abierta. El que te mira y se da vuelta cuando lo ves.

El murmullo de los que no escuchan y el silencio de los que no hablan. Y la costumbre de poner atención a las cosas que nos molestan, y dejar pasar los detalles que merecen ser vistos.

J.L.

Publicado en Portalreconquista.com.ar el 10 de marzo.
Foto del blog jorgeserranos.blogspot.com,
pero desconozco origen.

miércoles, 11 de junio de 2008

Debate eterno

En febrero de 1993, Jon Venables y Robert Thompson, ambos con 10 años arrastraron a James Bulger, de 2 años, desde un centro comercial de Liverpool, Inglaterra, y lo llevaron hasta unas vías de tren cercanas. No tuvieron piedad, las cintas de seguridad pudieron visualizar todo. Primero le arrojaron ladrillos y luego lo golpearon repetidas veces con una barra de metal. Thompson le dio una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada en la piel. Finalmente, le quitaron los pantalones y los pañales, y lo torturaron con baterías eléctricas. El cadáver del niño fue hallado sólo el 16 de febrero, tras cuatro días búsqueda nacional: un tren lo había cortado en dos.
Ambos chicos fueron arrestados y pasaron nueve años en prisión. En junio de 2001, una comisión judicial integrada por un juez, un psiquiatra y un civil decidió que Jon y Robert estaban lo suficientemente rehabilitados y que ya no representaban una amenaza para la sociedad.
En su momento, el crimen del bebé dividió a Gran Bretaña entre quienes defendían la rehabilitación penitenciaria y los que consideraban que los culpables debían morir en la cárcel. Al salir de prisión, los chicos y sus familiares fueron provistos con nuevas identidades, nuevos números de seguridad social, nuevos pasaportes, cuentas de bancos y casas seguras, con la posibilidad incluida de que recomiencen sus vidas en el extranjero. Esta medida, sin antecedentes en la historia judicial británica, se adoptó porque, según los defensores existía el peligro de alguna venganza. Jon y Robert cumplirán 26 años en agosto de este año.
La decisión implicaba que Venables y Thompson estarían toda su vida bajo supervisión de profesionales y con posibilidad de volver a prisión. Nadie tiene una foto actual de ellos, quienes, desde que fueron condenados, no han tenido contacto mutuo en prisión, y tampoco lo podrán tener en libertad.
Este caso, parecido a una película de terror, crea un gran debate también en la actualidad: ¿Vale la pena mandar a niños a prisión para que cuando salgan (sí es que logran salir) tengan que vivir en una mentira, refugiados o escondidos del mundo? ¿O es mejor brindarles ayuda psicológica profesional y darles una oportunidad por parte del Estado y de la sociedad? No olvidemos que la culpa no es sólo de los padres de estas criaturas. Todos tenemos responsabilidad.
Sebastián Pereyro

¿Qué pasó con el Crimen de Milagros?

Como es costumbre en el periodismo argentino, cuando una noticia pasó de moda, no se desarrolla un seguimiento sobre cómo prosigue una causa policial, judicial, etc. Tal vez, los medios se acuerden del suceso cuando algún día se realice la sentencia, si es que no se cierra el caso anteriormente.
El domingo 18 de mayo del 2008, el cuerpo de Milagros Belizán, de 2 años, apareció ahorcado y desnudo en un descampado del partido bonaerense de Almirante Brown. Si bien en un primer momento los vecinos culparon al hombre propietario de la vivienda lindante a donde apareció el cadáver, dos hermanos menores de 7 y 9 años confesaron ser los autores del crimen. A pesar de explicar ante la justicia que todo sucedió "como parte de un juego", los fiscales resolvieron que los chicos eran conscientes de lo que hacían. Además, se supo que los menores vivían en un ambiente hostil, en extrema pobreza, sin padre y con una madre alcohólica y drogadicta.
"Sí la Justicia no avanza con la investigación de una tercer o cuarta persona involucrada en el caso se cerrará la causa, porque los menores son inimputables por la ley. Los padres están muy preocupados por eso y estamos intentando de que continúen investigando", señaló el abogado Hugo López Carribero, representante legal de la familia Belizán, al diario Info Región.
La jueza de Menores de Lomas de Zamora, Marta Pascual, había dicho que las pericias realizadas sobre los menores determinaron que sufren de una fuerte disociación con una personalidad que "presenta actos de cariño y ternura con actos de locura y extrema violencia a la vez". Y según explicó la magistrada, "los nenes eran conscientes de todo lo que hicieron y le pegaron (a Milagros) durante mucho tiempo, la ataron y la ahorcaron". Aunque la bebe fue hallada desnuda, en la autopsia se descartó que haya sido violada.
"Apuntamos a recoger testimonios de los que han trabajado en el circo, porque después de que hallaron el cadáver los toldos se levantaron y nadie sabe cuál es el paradero de esta gente. Los empleados no están individualizados con claridad en la causa y nos parece extraño que no hayan podido aportar ningún dato", resaltó Cariberro sobre los empleados de un circo que se encontraba a pocos metros del lugar de los hechos. "Dos miembros del circo habrían observado cómo los nenes llevaban a Milagros golpeándola con una vara por el descampado".
“No se ha avanzado con la investigación porque es prácticamente imposible localizar al circo. Tenemos miedo de que se cierre la causa sin que hayan tomado todas las declaraciones pertinentes porque nos consta que a los empleados del circo no se les tomó declaración y consideramos que habiendo estado tan cerca del lugar de los hechos alguien podría haber visto algo”, sentenció el abogado, y adelantó que están redactando la demanda contra la provincia de Buenos Aires por no haber tomado los recaudos necesarios para cercar, iluminar o controlar el predio donde encontraron el cuerpo sin vida de la pequeña.
Hoy, los chicos viven con su madre en otro domicilio, ya que debieron cambiar su lugar de residencia para evitar el contacto con el entorno donde cometieron el crimen.
Sebastián Pereyro

domingo, 8 de junio de 2008

Teatro Colón, un centenario con poco brillo


Mientras en Salta y Rosario esperaban que empiecen los actos del 25 de mayo del oficialismo y la oposición, en Buenos Aires el centenario del Teatro Colón pasaba inadvertido para la mayoría de los porteños.

Eran las 11 de la mañana y la cuadra y media de cola avanzaba lenta entre los andamios. Todavía en plena remodelación, el tercer teatro con mejor acústica del mundo tendría que haber sido reinaugurado ese mismo día pero, debido al atraso de dos años en las obras iniciadas durante el gobierno de Jorge Telerman, sólo se abrió por unas horas para una cantidad limitada de asistentes. Sin embargo, la capacidad no había sido anunciada.

De los actos de festejo que se hicieron en varios teatros durante el fin de semana -y que seguirán en los próximos días- la ópera El barbero de Sevilla adaptada para niños y una muestra histórico-artística en el subsuelo fueron los únicos planeados en el Colón. Eran pocos los sectores habilitados para recorrer, entre ellos el foyer, antesala del mítico Salón Dorado, cerrado en esta ocasión.

El lugar elegido para interpretar la ópera fue la escalinata de mármol del hall central. Los artistas simularon que el descanso era el escenario, pero al público, en su mayoría niños sentados en el piso, les costó más acomodarse a la situación. Como la entrada era gratuita, la cantidad de asistentes desbordó a la organización. Era poco el espacio, pocas las sillas y mucha la gente.

Para aliviar el malestar general, se los invitó a que pasen por el improvisado escenario para llegar al pasillo superior; desde arriba se podía ver la ópera sin problemas. Sin embargo, no hubo mejora: la única salida para quien necesitara bajar era hacerse camino entre los cantantes o bien interrumpir la obra. “Nos ha conmovido la actitud del público, por suerte vino mucho más del esperado”, se excusó el director del teatro, Horacio Sanguinetti, mientras corría el rumor de que se iba a repetir la actuación para los que no habían podido entrar.

Para cerrar el festejo, se cantó el feliz cumpleaños. Hubo torta, velas y souvenirs, que por cierto no alcanzaron para la gran cantidad de chicos. Antes de partir, una señora mayor se acercó a Sanguinetti para reclamarle que nadie había avisado sobre las entradas limitadas. “Es una vergüenza”, dijo la mujer y se despidió del Colón hasta la próxima.

Tal vez el reencuentro sea dentro de poco. El director confirmó que “se van a hacer más funciones durante la semana” para cubrir la demanda del público.


J.L.


Foto de www.travel-buenosaires.com/blog/category/general/

Master Plan del Teatro Colón. C.A.

Para que vean, para que escuchen, para que piensen y saquen conclusiones. Sesgado o no, este es Plan Maestro según muestra el Canal Ciudad Abierta.

martes, 20 de mayo de 2008

El disparo que mató a Fuentealba

Video de TN con las imágenes en que Poblete dispara a la cabeza del maestro.

Carlos Fuentealba, el juicio oral

La justicia neuquina pone los ojos y el martillo sobre el autor material, pero de responsabilidad política nadie habla.


El próximo 4 de junio comienza el juicio oral contra el policía Darío Poblete, único imputado por el homicidio de Carlos Fuentealba. Fue en la semana santa de 2007, cuando el maestro participaba de una movilización docente de ATEN en la zona de Arroyito, a unos 40 kilómetros de Neuquén capital.


"Veníamos a paso de hombre y sin ningún motivo unos 20 policías nos rodearon, golpearon con la culata de las escopetas el auto y, cuando traté de bajar a la banquina, le dispararon a Carlos por la luneta trasera directo a la cabeza", afirmó Gonzalo Arriyo, el conductor del Fiat 147 en el que iba Fuentealba.


Es que Jorge Sobisch había dado la orden de reprimir. El entonces gobernador asumió la "responsabilidad política" del crimen días después, pero se excusó diciendo que los maestros estaban usando "métodos coercitivos".


No hay dudas de que fue Poblete quién disparó - en el juicio habrá unos 60 testigos- y el mismo Sobisch admitió haber permitido la represión policial. Sin embargo, el único sentado en el banco de los acusados va a ser el oficial, el autor material, el que apretó el gatillo de la escopeta. Los familiares y gremios docentes reclaman juicio político al ahora diputado nacional Sobisch. Desde la justicia, el ejecutivo o el legislativo, nada se dice al respecto.

J.L.

viernes, 2 de mayo de 2008

Premio por la inseguridad

En esta foto no se aprecia la imagen de la cual vamos a hablar, pero sirve para dar contexto a la paupérrima actuación del actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
La semana pasada, Ariel Perreta fue liberado tras permanecer 16 días en cautiverio por una banda con experiencia en secuestros extorcivos. Durante el procedimiento policial para la recuperación del joven de 24 años, estuvieron presentes Scioli, Carlos Stornelli, ministro de seguridad bonaerense, Sergio Massa, intendente de Tigre y Diego Santillán, secretario de protección ciudadana de la localidad, para aparecer como figuritas en el hecho, y que "casualmente" llegaron antes que la prensa.
Pero lo más cómico es que una vez rescatado, Ariel permaneció con las manos encadenadas durante un largo tiempo, hasta que llegara la Policía Científica. Mientras tanto, tuvo que posar como trofeo junto al gobernador.
¿Es motivo de apremio que una persona tenga que soportar 16 días encerrado con un precio marcado en la frente?
¿Es motivo de apremio que una familia tenga que sufrir dos semanas porque su hijo esta en manos de secuestradores?
¿Es motivo de apremio que la inseguridad abunde en todos lados?

Sebastián Pereyro

lunes, 21 de abril de 2008

El oro de las calles



“La vida es una moneda
quien la rebusca la tiene
ojo que hablo de monedas
y no de grueso billetes”



No sé si Juan Carlos Baglietto tenía razón en su canción “La vida es una moneda”, pero en algunos casos las monedas te complican la vida. Hoy en día conseguir monedas para viajar en colectivos, para pagar en parquímetros o simplemente para comprar algo en un kiosco se ha vuelto muy difícil.
“¿Te puedo dar caramelos de vuelto?” son las frases que repiten una y otra vez los comerciantes debido a la falta de monedas de 5 y 10 centavos. Según Raúl Seoane, dueño de un kiosco en Banfield, “las monedas ya son como oro para nosotros, yo personalmente pierdo muchas ventas por falta de vuelto”, y admite que tuvo que subir muchos precios para que no tenga que dar cambio con monedas chicas.
Existen muchas versiones cruzadas acerca de dónde están las monedas. Según el Banco Central “es un tema cultural, la gente retiene las monedas en lugar de ponerlas a circular". Su tesis del “chanchito” se sostiene argumentando que las personas acumulan monedas en sus casas, que después faltan en la calle. "Está emitida la cantidad suficiente de monedas, pero hay problemas de circulación porque la gente las retiene” se defiende el Central.
Y cómo es común en la Argentina, los curros ya aparecieron. En algunos lugares cambian entre 92 y 97 pesos en monedas por 100 pesos en billetes. Sólo con asistir a la Terminal de Colectivos de Expreso Villa Galicia, a metros de la estación de trenes de Lomas de Zamora de la Línea Roca, después de las 6 de la tarde les cambian a personas 96 pesos metálicos por 100 pesos en papel. Y ese es sólo uno de los tantos puntos de venta en el conurbano bonaerense.
Pero la falta de monedar no se sólo en el Área Metropolitana, en los grandes centros urbanos cómo las ciudades de Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Tucumán, ya se han hecho varias denuncias por la falta de monedas.
¿Una solución? Como el Gobierno, ni el Banco Central, ni las empresas de Ómnibus se hacen cargo de la falta de monedas, aquí van una serie de consejos para encontrar el oro tan preciado:
- Visitar restaurantes y pedirles a los mozos que les cambien monedas por billetes (ya que ellos tienen los bolsillos pesados por las propinas)
- Preguntarles a los chicos de la calle, limpia parabrisas y artistas callejeros que les cambie monedas y dejarles una bonificación (que es por lo menos una obra de bien)
- Si tienen amigos colectiveros, bancarios o tesoreros que te consigan la mayor cantidad de monedas (no es lo más sano, pero hay que rebuscarsela)
Aunque nos gustaría que no tengamos que utilizar otras maniobras para conseguir monedas, lamentablente hay personas que tienen que viajar en más de un colectivo por día, y las monedas son más que necesarias.


Sebastián Pereyro

domingo, 20 de abril de 2008

Años de corrupción y abandono






“Nuestros jóvenes son victimizados por el azote del desarraigo y la desculturización con la consecuente discriminación, la explotación y la reducción a servidumbre, las drogas, la prostitución, el SIDA, la delincuencia y toda la lacra de este sistema capitalista, egoísta e individualista que sólo persigue las ganancias del capital para unos pocos, además de los malos gobiernos que más parecen clubes de amigos para hacer negocios que representantes constitucionales”. Estas palabras fueron pronunciadas hace poco más de un año por el secretario general del Movimiento Indígena del Chaco (MIC), Egidio García.
Es el mismo hombre que hace más de veinte días sufrió un atentado organizado por sus propios compañeros después de que se enteraron que los 10 millones de pesos entregados por el Estado provincial al MIC no fueron repartidos con los aborígenes.
De este hecho dan cuenta el periodista Gabriel Levinas* y su nieta Betina que estuvieron recorriendo las localidades de Río Bermejito, Castelli y Resistencia, hablando con algunas familias que les contaron cómo se vive en medio del monte, de las inundaciones, sin poder cazar para comer (porque es una de las pocas formas en las que pueden alimentarse), recibiendo ofertas de personas que quieren comprar a sus hijos aprovechándose de su pobreza, viviendo bajo los árboles “como perros”, tal como lo describió uno de los más viejos de esa comunidad. Además viven en situaciones extremas, con una falta de higiene total, ya que no pueden acceder a las necesidades básicas, las más elementales para que cualquier ser humano viva dignamente.
En el Chaco sólo una de cada dos personas tiene acceso al agua y una de cada tres no tiene trabajo. Hasta el 3 de octubre de 2007 los muertos por desnutrición llegaron a quince, dentro de un período de dos meses.
“El Movimiento de Egidio los usó, mostraron a los desnutridos, la poca bola que les daban y cuando ganó Jorge Capitanich se olvidaron de ellos”, dijo Betina. También se encontraron con gente que les contó que el nuevo gobernador regala cosas sólo a los que habían votado por él. Y aún así, la reflexión nos lleva a que ni a esos votantes se los ayuda como debería ser, porque la limosna no acaba con años de miseria, robo de tierras, tala indiscriminada de árboles autóctonos, abuso de poder y promesas sin cumplir.
En el mes de octubre Capitanich anunció: “Los aborígenes son prioridad, vamos a poner en marcha un programa a partir del 10 de diciembre”. A 20 días del mes de abril nada cambió, incluso García, supuesto defensor de los derechos de los mocovíes, wichis y qom también terminó formando parte de lo que él llamó “clubes de amigos para hacer negocios”.




Bel Ponce.

*Fundador y director de la revista "El Porteño", autor del libro “La ley bajo los escombros”, investigación sobre el caso AMIA y conductor del programa “No hacemos falta” (Radio Argentina).
Fuentes:
"Aborígenes comparan a la salud pública del Chaco con el genocidio de Napalpí", nota de Diario Norte del Sábado 24 de marzo de 2007.

domingo, 13 de abril de 2008

Pensando a Romina Tejerina



El caso Romina Tejerina incendió en 2003 el debate público sobre la violación, el aborto y la criminalización de la mujer en la Argentina. Se dio a conocer en febrero de ese año, unos días después de que la joven jujeña fuera detenida por matar a su hija recién nacida, fruto de una violación.

Romina recibió una pena de 14 años de prisión. La fiscal Liliana Fernández de Montiel había pedido cadena perpetua, pero los jueces Antonio Llermanos, Héctor Carillo y Alfredo José Frías consideraron que había vivido una "infancia plagada de violencia tanto física como moral", que "se encontraba sola esperando un niño sin padre (conocido) " y que "no tenía apoyo familiar", a excepción de su hermana, la única que sabía del embarazo.

El martes pasado su nombre volvió a resonar en los grandes medios de comunicación. Ese día la Corte de Justicia de la Nación desestimó, con 4 votos en contra y 3 a favor, el recurso que había presentado la defensa para su liberación. Fuentes judiciales justificaron que la Corte debía ajustarse a temas de derecho y no fácticos.

Más allá del caso en particular –que el acusado de la violación, su vecino Eduardo Vargas, esté en libertad por falta de pruebas; que durante la investigación y el juicio se le preguntó a la adolescente insistentemente si usaba polleras cortas o salía seguido a bailar; que Romina tiene nueve años más de cárcel por delante- hay temas que parecen haberse borrado del mapa, como la discusión pública sobre el aborto legal.

Todavía hay escuelas en las que no se habla de educación sexual o del derecho a elegir sobre el propio cuerpo. Existen médicos que todavía no prescriben anticonceptivos, policías que increpan a mujeres que denuncian una violación y una persistente criminalización de la víctima.

¿Cuántos violadores andan caminando por las calles? Según estadísticas oficiales, sólo 11% de los casos de abuso sexual son denunciados, de los cuáles 1 de cada 10 reciben una condena, y el promedio de la pena ronda entre los cuatro y cinco años.

Asesina a sangre fría o víctima de un brote psicótico, Romina Tejerina sigue siendo una mujer que sintió demasiado miedo de hablar después de haber sido violada, que no hubiese podido abortar de manera legal, y que mientras sigue presa, a pesar de la difusión de su caso, en San Pedro –donde vivía- los médicos aún le niegan la píldora del día después a las mujeres abusadas.


Habiendo considerado las consecuencias, quizás sea más útil empezar a pensar en las causas.


J.L.


miércoles, 9 de abril de 2008

Lo que importa

Amores Difíciles, Madres Adolescentes, Mujeres Presas, son tres realidades que forman parte de la vida tal cual la conocemos, pero también son los títulos de los trabajos más interesantes de la fotógrafa argentina Adriana Lestido.
En una conmovedora exposición en el Centro Cultural Recoleta, esta profesional, que trabajó en medios como La voz, la agencia DyN y Página/12 , presenta una retrospectiva de su obra desde el momento que comenzó a estudiar fotografía, en 1979, hasta el año pasado.
Lo que se ve. Así se llama la muestra que encierra parte de sus trabajos fotográficos, como Hospital Infanto Juvenil (1986-88) y los mencionados al principio. En blanco y negro, Lestido captura la cotidianidad de las cosas, las diferentes caras de una sociedad a través de sus mujeres.
Sencillamente ,“lo que se ve”, lo que todos pueden observar día a día, lo común, lo que de tan usual pasa a perder relevancia, con lo que uno aprende a convivir sin recurrir al asombro, a la vergüenza, a la indignación o a la bronca.
Con el pelo crespo, la cara demacrada, en la que pesan las malas decisiones, la injusticia, el desamor, una de las presas retratadas sostiene en sus brazos, completamente tatuados, a su bebé dormido. Una imagen que habla por sí sola, que no necesitó de luces, de efectos, de maquillaje, que moviliza, como muchas de las fotos que se encuentran allí.
Adriana Lestido recibió premios como el Konex, el Mother Jones Internacional Found, el Diario La Nación, y el Derechos Humanos. La muestra también cuenta con un audiovisual de Amores Difíciles (cuatro historias de madres e hijas) y se va a poder visitar en la sala Cronopios del Recoleta hasta el 20 de abril en Junín 1930.

Bel Ponce.

lunes, 7 de abril de 2008

Lo aprendido en la calle, ejercido en la escuela, ¿todo al revés?

Después de tres semanas de conflictos entre el campo y el gobierno, con las trompadas de D’ Elía a manifestantes frente a cámara, la violencia que invade los estadios del fútbol argentino, y la inseguridad y agresividad vivida en las calles, hemos vivido en las últimas semanas brotes de violencia en distintas escuelas del país.
Seguramente ninguno de estos hechos no tienen relación uno con el otro, pero lo que la sociedad refleja se puede observar en cualquier colegio secundario. El primer acontecimiento grave trascendió hace dos semanas con el asesinato de un estudiante apuñalado por un compañero en una escuela de Villa Gesell luego de una discusión en el aula, ambos con sólo 17 años.
En Misiones, en la ciudad de Wanda, un chico de 15 años mató a otro de 16 de un puntazo con un cortaplumas durante una pelea por la novia del asesino. Según sus compañeros, “lo hizo porque molestaba a la novia”. Ese mismo día y en la misma provincia, una alumna que estudia magisterio en un instituto de Posadas reaccionó violentamente porque una compañera se había sentado en su banco. Sacó un revólver calibre 22 y la amenazó.
El lunes pasado, cerca de la Escuela Nº 1 de San Isidro, una chica de 13 años fue agredida a golpes y patadas por sus compañeras porque la consideraban "muy linda". Le fracturaron la nariz y tuvo que ser operada. Cuando salió del hospital contó: "Eran como cinco; me decían que me iban a matar y a cortar el pelo".
En un colegio de Santa Fe, una pelea entre dos alumnas de 12 años termino con una de las chicas con cortes en la cara que su compañera le provocó con un Cutter. También, en Mar del Plata, un alumno molesto por una sanción disciplinaria, atacó a la directora del establecimiento. La semana pasada, en una escuela de La Plata un alumno de 12 años agredió a trompadas y patadas a una profesora que lo había retado porque salió del colegio sin autorización.
Y tan sólo estos hechos transcurrieron en las últimas dos semanas, lo que no quiere decir que anteriormente no ocurriera. Basta con nombrar a la Tragedia de Carmen de Patagones para remontarnos tiempo atrás. El filósofo, psicólogo y educador estadounidense John Dewey (1859-1952) definió al aula como un microcosmos de la sociedad, y su filosofía sigue siendo vigente, ya que la violencia genera más violencia, y en un país violento, obviamente en las escuelas encontraremos más hechos de esta magnitud.

viernes, 4 de abril de 2008

Lestido mira e invita a mirar



Lo que se ve, la retrospectiva fotográfica que presenta Adriana Lestido en el Centro Cultural Recoleta, ofrece relatos tan cotidianos como socialmente particulares. Desde lo simple del blanco y negro y lo despojado de los elementos, la muestra pone el acento en la dimensión social de las historias narradas.


El actor problematizado es la mujer. Una madre y su hija en la cocina de todos los días; una joven mirando por la ventana de una cárcel; la misma autora compartiendo lo que ve de Villa Gesell a través del lente de su cámara, son algunas de las protagonistas de las 170 imágenes expuestas en las paredes de la Sala Cronopios.


Tomadas entre los años 1979 y 2007, la crudeza de las fotografías pasa por los ojos femeninos que desde el papel desafían a detenerse y observar. Parece que no hubiera intermediarios entre el que mira de un lado y el que mira del otro, como si el dispositivo técnico se asemejara más a un espejo o a una ventana, que a un punto de vista de la realidad.


Los nombres de las series son Madres adolescentes, Hospital Infanto-Juvenil, Casa Cuna y Mujeres presas, entre otros. Los curadores de la muestra son Gabriel Díaz y Juan Travnik, y estará en exhibición hasta el 20 de abril. Se puede visitar todos los días hasta las 21.




Centro Cultural Recoleta, sala Cronopios. Junín 1930.
De martes a viernes, de 14 a 21.
Sábados y domingos, de 10 a 21.


Julieta.


Foto de Adriana Lestido. 1982.