domingo, 20 de abril de 2008

Años de corrupción y abandono






“Nuestros jóvenes son victimizados por el azote del desarraigo y la desculturización con la consecuente discriminación, la explotación y la reducción a servidumbre, las drogas, la prostitución, el SIDA, la delincuencia y toda la lacra de este sistema capitalista, egoísta e individualista que sólo persigue las ganancias del capital para unos pocos, además de los malos gobiernos que más parecen clubes de amigos para hacer negocios que representantes constitucionales”. Estas palabras fueron pronunciadas hace poco más de un año por el secretario general del Movimiento Indígena del Chaco (MIC), Egidio García.
Es el mismo hombre que hace más de veinte días sufrió un atentado organizado por sus propios compañeros después de que se enteraron que los 10 millones de pesos entregados por el Estado provincial al MIC no fueron repartidos con los aborígenes.
De este hecho dan cuenta el periodista Gabriel Levinas* y su nieta Betina que estuvieron recorriendo las localidades de Río Bermejito, Castelli y Resistencia, hablando con algunas familias que les contaron cómo se vive en medio del monte, de las inundaciones, sin poder cazar para comer (porque es una de las pocas formas en las que pueden alimentarse), recibiendo ofertas de personas que quieren comprar a sus hijos aprovechándose de su pobreza, viviendo bajo los árboles “como perros”, tal como lo describió uno de los más viejos de esa comunidad. Además viven en situaciones extremas, con una falta de higiene total, ya que no pueden acceder a las necesidades básicas, las más elementales para que cualquier ser humano viva dignamente.
En el Chaco sólo una de cada dos personas tiene acceso al agua y una de cada tres no tiene trabajo. Hasta el 3 de octubre de 2007 los muertos por desnutrición llegaron a quince, dentro de un período de dos meses.
“El Movimiento de Egidio los usó, mostraron a los desnutridos, la poca bola que les daban y cuando ganó Jorge Capitanich se olvidaron de ellos”, dijo Betina. También se encontraron con gente que les contó que el nuevo gobernador regala cosas sólo a los que habían votado por él. Y aún así, la reflexión nos lleva a que ni a esos votantes se los ayuda como debería ser, porque la limosna no acaba con años de miseria, robo de tierras, tala indiscriminada de árboles autóctonos, abuso de poder y promesas sin cumplir.
En el mes de octubre Capitanich anunció: “Los aborígenes son prioridad, vamos a poner en marcha un programa a partir del 10 de diciembre”. A 20 días del mes de abril nada cambió, incluso García, supuesto defensor de los derechos de los mocovíes, wichis y qom también terminó formando parte de lo que él llamó “clubes de amigos para hacer negocios”.




Bel Ponce.

*Fundador y director de la revista "El Porteño", autor del libro “La ley bajo los escombros”, investigación sobre el caso AMIA y conductor del programa “No hacemos falta” (Radio Argentina).
Fuentes:
"Aborígenes comparan a la salud pública del Chaco con el genocidio de Napalpí", nota de Diario Norte del Sábado 24 de marzo de 2007.

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