martes, 17 de junio de 2008

Algunas cosas que molestan, otras que miramos y no vemos.


La enumeración que sigue no es una suma de lo que ya no se habla en los medios o en las rondas de mate.
Son detalles que vemos constantemente en la calle, en nuestras casas, en el barrio, en el trabajo.
Detalles que notamos porque nos molestas,
o detalles a los que ni miramos en nuestra maratónica rutina.

A imaginar...

Los huesos de una mano que suenan hasta casi quebrarse. La agudeza de la tiza rayando el pizarrón. Una garganta que traga. El pelo con gel del pibe que recién empieza a trabajar. Tic-tac-tic-tac, la lapicera del nervioso. Las pelusas que aparecen debajo de la cama. El golpeteo constante de un pie descargando energía. Una pava con agua que hierve a punto de estallar. El que suelta el caño del colectivo para comerse la uña del pulgar derecho. Pisadas de alguien que no vemos.

La vieja que te mira desde un balcón cuando cruzás la calle. El perro que ladra del otro lado de la puerta. La gata alzada que llora como si fuera un bebé. Los restos de jabón derretido que quedaron en el lavamanos. El círculo sobre la mesa que dejó un vaso con agua fría. Los lentes sucios de tu compañero de trabajo. El bostezo con sonido y el bostezo sin sonido. El olor dulce del sache de leche sucio cuando lo sacás de la góndola. La pila de papeles que no querés tirar pero que seguro la semana que viene van a estar en el tacho de basura. Agua que cae en un vaso cuando tenemos sed.

El muñequito peludo colgando del celular de la chica que pasa. El pelo que está pegado a la bañadera y nadie saca. Las luces violetas del colectivo de línea que nos lleva a casa. La desaparición misteriosa del precio de la remera que queremos comprar justo cuando no sabemos si nos alcanza la plata. El mechoncito rebelde que se escapa del rodete de la farmacéutica. La que se quedó dormida con la boca abierta. El que te mira y se da vuelta cuando lo ves.

El murmullo de los que no escuchan y el silencio de los que no hablan. Y la costumbre de poner atención a las cosas que nos molestan, y dejar pasar los detalles que merecen ser vistos.

J.L.

Publicado en Portalreconquista.com.ar el 10 de marzo.
Foto del blog jorgeserranos.blogspot.com,
pero desconozco origen.

miércoles, 11 de junio de 2008

Debate eterno

En febrero de 1993, Jon Venables y Robert Thompson, ambos con 10 años arrastraron a James Bulger, de 2 años, desde un centro comercial de Liverpool, Inglaterra, y lo llevaron hasta unas vías de tren cercanas. No tuvieron piedad, las cintas de seguridad pudieron visualizar todo. Primero le arrojaron ladrillos y luego lo golpearon repetidas veces con una barra de metal. Thompson le dio una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada en la piel. Finalmente, le quitaron los pantalones y los pañales, y lo torturaron con baterías eléctricas. El cadáver del niño fue hallado sólo el 16 de febrero, tras cuatro días búsqueda nacional: un tren lo había cortado en dos.
Ambos chicos fueron arrestados y pasaron nueve años en prisión. En junio de 2001, una comisión judicial integrada por un juez, un psiquiatra y un civil decidió que Jon y Robert estaban lo suficientemente rehabilitados y que ya no representaban una amenaza para la sociedad.
En su momento, el crimen del bebé dividió a Gran Bretaña entre quienes defendían la rehabilitación penitenciaria y los que consideraban que los culpables debían morir en la cárcel. Al salir de prisión, los chicos y sus familiares fueron provistos con nuevas identidades, nuevos números de seguridad social, nuevos pasaportes, cuentas de bancos y casas seguras, con la posibilidad incluida de que recomiencen sus vidas en el extranjero. Esta medida, sin antecedentes en la historia judicial británica, se adoptó porque, según los defensores existía el peligro de alguna venganza. Jon y Robert cumplirán 26 años en agosto de este año.
La decisión implicaba que Venables y Thompson estarían toda su vida bajo supervisión de profesionales y con posibilidad de volver a prisión. Nadie tiene una foto actual de ellos, quienes, desde que fueron condenados, no han tenido contacto mutuo en prisión, y tampoco lo podrán tener en libertad.
Este caso, parecido a una película de terror, crea un gran debate también en la actualidad: ¿Vale la pena mandar a niños a prisión para que cuando salgan (sí es que logran salir) tengan que vivir en una mentira, refugiados o escondidos del mundo? ¿O es mejor brindarles ayuda psicológica profesional y darles una oportunidad por parte del Estado y de la sociedad? No olvidemos que la culpa no es sólo de los padres de estas criaturas. Todos tenemos responsabilidad.
Sebastián Pereyro

¿Qué pasó con el Crimen de Milagros?

Como es costumbre en el periodismo argentino, cuando una noticia pasó de moda, no se desarrolla un seguimiento sobre cómo prosigue una causa policial, judicial, etc. Tal vez, los medios se acuerden del suceso cuando algún día se realice la sentencia, si es que no se cierra el caso anteriormente.
El domingo 18 de mayo del 2008, el cuerpo de Milagros Belizán, de 2 años, apareció ahorcado y desnudo en un descampado del partido bonaerense de Almirante Brown. Si bien en un primer momento los vecinos culparon al hombre propietario de la vivienda lindante a donde apareció el cadáver, dos hermanos menores de 7 y 9 años confesaron ser los autores del crimen. A pesar de explicar ante la justicia que todo sucedió "como parte de un juego", los fiscales resolvieron que los chicos eran conscientes de lo que hacían. Además, se supo que los menores vivían en un ambiente hostil, en extrema pobreza, sin padre y con una madre alcohólica y drogadicta.
"Sí la Justicia no avanza con la investigación de una tercer o cuarta persona involucrada en el caso se cerrará la causa, porque los menores son inimputables por la ley. Los padres están muy preocupados por eso y estamos intentando de que continúen investigando", señaló el abogado Hugo López Carribero, representante legal de la familia Belizán, al diario Info Región.
La jueza de Menores de Lomas de Zamora, Marta Pascual, había dicho que las pericias realizadas sobre los menores determinaron que sufren de una fuerte disociación con una personalidad que "presenta actos de cariño y ternura con actos de locura y extrema violencia a la vez". Y según explicó la magistrada, "los nenes eran conscientes de todo lo que hicieron y le pegaron (a Milagros) durante mucho tiempo, la ataron y la ahorcaron". Aunque la bebe fue hallada desnuda, en la autopsia se descartó que haya sido violada.
"Apuntamos a recoger testimonios de los que han trabajado en el circo, porque después de que hallaron el cadáver los toldos se levantaron y nadie sabe cuál es el paradero de esta gente. Los empleados no están individualizados con claridad en la causa y nos parece extraño que no hayan podido aportar ningún dato", resaltó Cariberro sobre los empleados de un circo que se encontraba a pocos metros del lugar de los hechos. "Dos miembros del circo habrían observado cómo los nenes llevaban a Milagros golpeándola con una vara por el descampado".
“No se ha avanzado con la investigación porque es prácticamente imposible localizar al circo. Tenemos miedo de que se cierre la causa sin que hayan tomado todas las declaraciones pertinentes porque nos consta que a los empleados del circo no se les tomó declaración y consideramos que habiendo estado tan cerca del lugar de los hechos alguien podría haber visto algo”, sentenció el abogado, y adelantó que están redactando la demanda contra la provincia de Buenos Aires por no haber tomado los recaudos necesarios para cercar, iluminar o controlar el predio donde encontraron el cuerpo sin vida de la pequeña.
Hoy, los chicos viven con su madre en otro domicilio, ya que debieron cambiar su lugar de residencia para evitar el contacto con el entorno donde cometieron el crimen.
Sebastián Pereyro

domingo, 8 de junio de 2008

Teatro Colón, un centenario con poco brillo


Mientras en Salta y Rosario esperaban que empiecen los actos del 25 de mayo del oficialismo y la oposición, en Buenos Aires el centenario del Teatro Colón pasaba inadvertido para la mayoría de los porteños.

Eran las 11 de la mañana y la cuadra y media de cola avanzaba lenta entre los andamios. Todavía en plena remodelación, el tercer teatro con mejor acústica del mundo tendría que haber sido reinaugurado ese mismo día pero, debido al atraso de dos años en las obras iniciadas durante el gobierno de Jorge Telerman, sólo se abrió por unas horas para una cantidad limitada de asistentes. Sin embargo, la capacidad no había sido anunciada.

De los actos de festejo que se hicieron en varios teatros durante el fin de semana -y que seguirán en los próximos días- la ópera El barbero de Sevilla adaptada para niños y una muestra histórico-artística en el subsuelo fueron los únicos planeados en el Colón. Eran pocos los sectores habilitados para recorrer, entre ellos el foyer, antesala del mítico Salón Dorado, cerrado en esta ocasión.

El lugar elegido para interpretar la ópera fue la escalinata de mármol del hall central. Los artistas simularon que el descanso era el escenario, pero al público, en su mayoría niños sentados en el piso, les costó más acomodarse a la situación. Como la entrada era gratuita, la cantidad de asistentes desbordó a la organización. Era poco el espacio, pocas las sillas y mucha la gente.

Para aliviar el malestar general, se los invitó a que pasen por el improvisado escenario para llegar al pasillo superior; desde arriba se podía ver la ópera sin problemas. Sin embargo, no hubo mejora: la única salida para quien necesitara bajar era hacerse camino entre los cantantes o bien interrumpir la obra. “Nos ha conmovido la actitud del público, por suerte vino mucho más del esperado”, se excusó el director del teatro, Horacio Sanguinetti, mientras corría el rumor de que se iba a repetir la actuación para los que no habían podido entrar.

Para cerrar el festejo, se cantó el feliz cumpleaños. Hubo torta, velas y souvenirs, que por cierto no alcanzaron para la gran cantidad de chicos. Antes de partir, una señora mayor se acercó a Sanguinetti para reclamarle que nadie había avisado sobre las entradas limitadas. “Es una vergüenza”, dijo la mujer y se despidió del Colón hasta la próxima.

Tal vez el reencuentro sea dentro de poco. El director confirmó que “se van a hacer más funciones durante la semana” para cubrir la demanda del público.


J.L.


Foto de www.travel-buenosaires.com/blog/category/general/

Master Plan del Teatro Colón. C.A.

Para que vean, para que escuchen, para que piensen y saquen conclusiones. Sesgado o no, este es Plan Maestro según muestra el Canal Ciudad Abierta.